Muchas veces nos preguntamos en el transcurso de la jornada laboral ¿Qué hice en todo el día? ¿En que perdí toda la mañana? ¿Ya es esta hora y no termine nada?
Ahí es cuando nos entra la preocupación por irnos a casa y dejamos cosas por la mitad o pendientes para el día siguiente, que al pasar los días se vuelven listas interminables de cosas por hacer.

Sin duda la pérdida de tiempo en nuestro trabajo es pura responsabilidad nuestra, ya que muchas veces nos tapamos de tareas por no aprender a decir NO o no planificamos nuestro día por orden de prioridades.
Es importante organizar nuestro día a día para sacar el mejor provecho posible, la clave está en organizarse y mantenerse organizadoso.
Acá van algunos tips:
- Planificar las tareas del día por el orden de importancia.
- Chek list con las tareas, así podés hacer un seguimiento de que cosas realizaste y que no.
- Establecer tramos de control a la mitad del día, si anotaste 10 actividades y realizaste 7, quiere decir que tenes el 70% de tu planificación realizada.
- Enviar más correos electrónicos, ya que llamar por teléfono demanda más tiempo de lo que pretendemos perder.
- Tenes un minuto? Aprender a decir que NO, ya que ese minuto nunca es un minuto y puede demandarte más tiempo del esperado.
- Delegar temas en los que no somos tan buenos y apoyarnos en otra persona lo puede hacer en menos tiempo que uno.
- Hacer una cosa por vez, querer hacer todo junto nos saca de foco.
- Si te sentís sin ideas o desconcentrado, tomate un pequeño descanso para ayuda a disminuir la tensión.
- Planificar el tiempo de las reuniones, ya que las reuniones muy extensas pierden importancia

Todo cambio de hábitos, puede llevar varios días, es solo cuestión de empezar!
“Tiempo es lo que más queremos, pero lo que peor aprovechamos”.
– William Penn.